Es de noche y hace
fría madrugada.
Yo estoy aquí.
Tú estás allí, donde sea:
muy lejos.
Y yo quisiera llamarte, decirte;
“te echo de menos,
quiero verte,
mucho he guardo este beso”
Pero no sería del todo cierto.
Te echo más de menos
que eso,
verte no es suficiente;
ni llamarte, ni decirte, ni este beso.
Como no se acerca la noche,
la fría madrugada,
a una parte del universo.
En realidad quiero
algo más que palabras.
Tristes los móviles,
más triste la espera
en los bancos la estación
de trenes, aviones, barcos,
de naves interestelares.
Yo busco
algo así como darte la mano
una de esas veces
lejos de la despedida.
Me trajera la verdad absoluta
algo así, y comprenderías,
o no,
y entonces podría
volver a mi casa
a quitarme el abrigo.
