martes, 5 de febrero de 2013

ADictas


Así tú podrías beberte mi olor hasta caer borracha y yo esnifaría el recuerdo de tu voz diciendo mi nombre entre susurros.  Como dos putas yonkis.  Llegar a casa en brazos de camareros compasivos, sufrir la resaca al día siguiente y jurarnos que nunca,  de ningún modo volveremos a probar de nuestras pieles jamás, por el resto de nuestros días.  Pero ya estamos enfermas.   Adictas.  Condenadas a poseernos hasta absorbernos el último gramo.  De la droga de nuestro sudor transpirado, pico a pico inyectarnos esa mirada tan profunda que entra por las venas cabalgando y nos deja tiradas en un callejón oscuro.  Malditas. Malditas nosotras y malditas substancias de nuestros cuerpos.  Aunque no queramos nos encontraremos en mi coche, o en tu cuarto, o en ese ineludible rincón de la imaginación, nos desnudaremos y nos follaremos compulsivamente.  A sabiendas de que cada beso nos está matando.  ¿No lo sabías? Con cada calada  de nuestros alientos agoniza una parte de la razón que nos construye y nace otra pieza de un nuevo ser destructivo.  Inescapable.  Un animal sin rostro, sin amigos, sin ojos, sin boca, sin vida.  Un monstruo insano dirigido solo por su deseo de consumir de la otra.  Lo conocerás cuando despiertes a media noche sudorosa.  Entre pesadillas.  Y anheles mi abrazo como el oxígeno del aire.  Tanto que duela.  Tanto que quisieras apuñalarte el corazón para poder sentir  dolor verdadero.  Pensando que quizá así, dejarás de sentir esto, o así quizás, pudieras sentir algo.  Algo a parte de esta pasión lacerante.  El síndrome de abstinencia que ya  te está convirtiendo en una bestia.    Fuera de control.  Pero a la mañana siguiente no recordarás nada y cogerás el teléfono otra vez para llamarme.  Y quedaremos para tomar de nuevo y darle algo de felicidad a esta existencia de toxicómanas.  Seguro.  


domingo, 3 de febrero de 2013

Poco convincente


Si ahora estoy llorando es porque ya no te amo.
Y si mi vida es una habitación a oscuras es porque ya no te amo. ¿Sirve de algo que busque la salida? Si a fuera es de noche y lo sé, porque ya no te amo.

Si quiero estar a tu lado es porque ya no te amo.
Y si quiero morir, morir contigo si tú mueres, está claro que es  porque ya no te amo.

Si añoro tanto hasta doler el vértigo de nuestros abrazos del pasado, y te abrazaría cien años para conseguirlo de nuevo,  es porque ya no te amo.
Si te busco y no te encuentro, si me busco y no me entiendo, por fuerza ha de ser porque ya no te amo.

Si me cuesta tan poco decirte adiós que lo hago cada día es porque ya no te amo.
Y si te escribo este poema es porque ya no te amo.